"UN ENEMIGO DEL PUEBLO" Y MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA

06.05.2010 00:00

El jueves 6 de mayo de 2010 los alumnos de Ciudad de los Niños (CDN) abandonaron la rutina de clases y talleres para vivir un día dedicado íntegramente a la cultura en la capital de Costa Rica. Nos trasladamos desde Agua Caliente de Cartago hasta San José en varios autobuses.

La primera parada tuvo lugar en el legendario teatro Melico Salazar, ubicado en el barrio de la Merced, hermosa construcción de principios del siglo XX que constituye uno de los espacios de representación artística más importantes del país. Allí nos esperaba la puesta en escena de uno de los clásicos de la dramaturgia universal, Un enemigo del pueblo, del noruego Henrik Ibsen. La función –que forma parte de la iniciativa cultural Proyecto Ibsen organizada por la Defensoría de los Habitantes, el Gobierno de Noruega y las Naciones Unidas- busca promover los derechos humanos y los valores de integridad y justicia entre los jóvenes a través del arte y la creatividad.

El sufrido protagonista del drama, Pedro Stockmann –interpretado por el popular actor nicaragüense César Meléndez-, se enfrenta a la ira de sus conciudadanos al denunciar una terrible amenaza contra la salubridad pública que el poder establecido prefiere ignorar para salvaguardar sus intereses. Al cerrarse el telón, cada estudiante fue obsequiado con una revista que propone diversas actividades lúdicas encaminadas a profundizar en los contenidos de la obra, así como a incentivar la libre expresión como máximo acto de creatividad y de reivindicación personal.

Del teatro Melico Salazar nos encaminamos hacia el Parque Nacional, donde disfrutamos de un almuerzo traído desde CDN. Después nos dirigimos al Museo Nacional de Costa Rica, situado en las inmediaciones, y allí admiramos la Sala de Historia Precolombina (un recorrido arqueológico de trece mil quinientos años de antigüedad), la Sala de Oro Indígena (destacando el valor espiritual más que material de este metal para los indígenas), la Sala de Historia Patria (síntesis global del desarrollo histórico de Costa Rica desde la llegada de los españoles hasta 1940) y la Casa Colonial (recreación de la atmósfera de las casas coloniales en Costa Rica).

Los estudiantes también pudieron admirar algunas de las emblemáticas esferas que constituyen una auténtica rareza arqueológica y un símbolo de identidad nacional; si bien la idea general es que antiguamente se utilizaron a modo de indicadores astronómicos con fines de calendarizar ciclos agrícolas o de establecer el rango jerárquico dentro de la tribu, lo cierto es que su origen es tan misterioso como las pirámides mayas o las cabezas de la Isla de Pascua. En cualquier caso, impresiona la perfección de sus formas y el misticismo aborigen asociado a ellas.

Teatro y museo nos depararon una ocasión magnífica para fomentar la curiosidad intelectual y compartir en esta salida en grupo los valores de amistad y cooperación.